Emmerichk – Temporary Ubiquity (2021) [Ensamble REC]

En la exploración aural y acústica del espacio y del tiempo se puede ir medio siglo. Un detalle de la infinitud sonora puede ser objeto de estudio, de toda una vida y quizá objetivamente poco comprendida, tan solo interpretada desde la propia infinitud, la interna y la expansión del momento en la escucha en portentosa raigambre analógica.

En esa ruta crítica, experiencia, está el nuevo disco de Emmerichk, después de dos años desde su Damage count de 2018. El sello Ensamble presenta en su catálogo esta nueva incursión del productor de la Ciudad de México en un viaje profundo, Temporary ubiquity, de lo mejor que hemos escuchado recientemente y muy recomendable, por supuesto.

Este trabajo de 9 temas de relieves musicales y sonoros heterogéneos, aborda estructuras y construcciones que irrumpe en la idiosincrasia esencial del techno-electro-idm-ambient en una paleta mineral en el espectro del diseño de audio.

Con “Lost moments” la intención narrativa es eficaz al inducir una visión de túnel, un estímulo cinemático que no pregunta, engancha los sentidos con un soundtrack sensorial denso. Es una óptica empañada distópica, con voces rotas de una temporalidad volátil inaprensible, y transita melódicamente hacia una especie de maquinal réquiem, de ácidos glitches, sepultados en la ruidosa tenebra de un anti-clímax acústico.

Precisamente define el tono de “See the end from the Beginning” va por bajo telúrico, nada se acaba porque nunca acaba, al menos la percepción de que la oscuridad del túnel siempre tiene una salida, un fin, ¿o no? El camino es la salida, tal vez, en loops rítmicos acariciados por un sintetizador casi acuático. Lo terreno que hay incluso en los sueños es una excusión conectiva que permite el andamiaje sensorial en el momento de la escucha como un estado de duermevela. Los remansos de un viaje terso, hace este track un ambient en ritmos suaves motorizados.

Con el tercer tema, “Novikov”, devuelve al escucha la narrativa oscura, de pasajes que parecen evocar residuales déjà vu de misteriosa sinestesia, al presentimiento que dispara la tónica musical y los tratamientos de un hiper dub mineral del beat y grave y potente trompeta sintética.

Una dosis de trance corporal, “Casual loop” es un llamado de ritmo lunar a la tribu post-rave mediante la máquina bailable en un ciclo techno mántrico de ritmos y la tónica de un bajo ácido de marcadas evocaciones tímbricas.

Invitación a una odisea de microcósmica nostalgia sonora, “Visual doppler” es un homenaje al romanticismo del sintetizador, línea que persigue hasta el siguiente tema, “Temporary ubiquity”, que da nombre al título del álbum, sendero principal de las cavilaciones sonoras y filosóficas de Emmerichk, en una invitación al viaje personal de sensibilidad musical decididamente introspectiva, intimista, una sonata electrónica.

Con “The day could not be stopped” la atmósfera de oscuro post-idm levanta una nueva elucubración de entornos oníricos de artefacto rítmico de motor suavizado y un bajo que toma protagonismo en un trazado melódico que redondea la pieza con el sinte, que muta hacia un ríspido efecto que se acopla a la melodía.

En el penúltimo tema “Retrocasuality” se agrega en el tenor de un synth oscuro con destrezas melódicas y una evolución escalada mutándose al electro cercano al cruce synth-darkwave,

Para cerrar la enigmática pieza “Unruh” que trasmuta de un bajo grueso y limpio, y un beat midtempo da base a la progresión de un sintetizador incisivo y ácido en crescendo minimalista entre los metales de un slalom de agudos platillos y regresar al pasaje nostálgico de melodía de un futuro que fue ayer.

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