Nacido en la capital del techno americano, Jimmy Edgar se ha labrado una carrera súper respetable en la música electrónica internacional, incursionando a muy temprana edad. Desde su natal Detroit exploró los sonidos seminales del género del principal abrevadero de beats y temas cambiantes cifrado su carácter en la innovación. Podría decirse, como dice en su biografía su hábitat ha sido fuente de influencias y terreno fértil para investigar y experimentar en el cuadrante electro/techno y gravitar de pronto al glitchy-IDM en el horizonte de la Warp al firmar en 2004, sin menoscabo de su raíz detroitense.
Al mudarse a Berlín la riqueza sonora en sus haberes asumió una consistencia con acentos definitorios en su estilo. Su propensión a absorber de la cultura local nuevas ideas, al mudarse a Los Angeles, se pasea por las expresiones mainstream del hip-hop y R&B. Jimmy Edgar se ve atrapado en esta estética urbana de Lala Land, para involucrarse de lleno con la comunidad rapera de la costa oeste.
Las distintas experiencias y vocabularios experimentados en quince años de trayectoria han moldeado un estilo que gusta de los híbridos. Desde septiembre pasado Jimmy Edgar ha lanzado varios tracks, que en octubre se concretan en el EP, Cheetah bend, en el sello Innovative Leisure, con cinco temas.
Desde la romanza cadenciosa de “Be with you”, con la angelical voz de Millie Go Lightly, con ataques de bajo y sintes metálicos que construyen el ritmo coruscante alrededor de las vocales con un remate de encordados glitches desvaneciéndose. “Zigzag” un track de 4 minutos, el más largo del EP, todos ellos más bien cortos. En este muestra sus habilidades como diseñador de audio, con una escultura oscura de ritmos sincopados y sintetizadores distorsionados burbujeantes, con una estética industrial. En “Get up” la fuerza gorda del bass gobierna la estructura del rapeo cáustico de su paisano detroitense Danny Brown.
Con “Metal”, Jimmy Edgar profundiza en el bass industrial con maquinales efectos de sintetizador, pieza corta e intensa que mezcla lo más abstracto del hip-hop con un oscuro y ácido minimalismo a-la-techno, con la colaboración de SOPHIE, con quien hace mancuerna recientemente en presentaciones en vivo.
En el tema con que cierra este EP acude la colaboración de Hudson Mohawke con un desplante casi gótico de sintetizadores y la tónica bass y timbres metálicos de martilleo industrial, en una cadencia elegiaca, casi fúnebre, una escultura de sonido mineral a base de computadoras de última generación.
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