Por Sylvana de Sardes
La sexualidad basada en el orgasmo de descarga de la energía genésica, se expresa en un estallido de consumición, espasmo que termina en pasmo. El desahogo, el desfogue, se vuelve desplome, pérdida. Concepto occidental totalmente opuesto a la preservación y dominio del ki, la energía vital.
Oriente y Occidente. La versión new age de ese mundo naturista-esotérico desde la óptica occidental, siempre orientada a nichos de mercado para hacerlo masivo, una moda. Pero curiosamente son los estilos de vida occidentalizados mismos los que bloquean posibles empatías o simpatías. El sexo es un buen ejemplo, desde el punto de vista de la salud pública. La eyaculación precoz y la disfunción eréctil, en gran porcentaje tienen su origen psicológico, producto de las presiones sociales de roles y estereotipos en el “deber” en la cama. Los roles y estereotipos asociados tienen consecuencias emocionales incapacitantes sexualmente en un entorno opresivo.
Tao del sexo: Poderoso amanecer sin declinaciones
En Oriente la energía sexual está asociada con la vitalidad, la agudeza mental, la salud vibrante. Son valores el magnetismo personal y la habilidad de prolongar la vida más allá de sus límites ordinarios. Las prácticas sexuales son una herramienta esencial para calmar la mente, dominar el cuerpo y dejar fluir a través de este las fuerzas de la naturaleza.
En el Tao del sexo lo importante es un principio y su técnica. Al contrario de la sexualidad occidental, basada en el derroche de la energía genésica, de un hedonismo racionalizado, la eyaculación. El secreto está en su control, y en el principio está la técnica, una mini gimnasia durante el sexo, en el que el hombre no busca y la mujer no espera en la descarga seminal principio y fin (a veces extra rápido) del coito. La duración entonces depende de las veces que el varón pueda recuperar su energía y erección después de cada dispendio espermático.
Muy al contrario, el Tao del sexo propone que el eje del coito sea la mujer en éxtasis y el hombre de energía contenida en una erección que podría remontar el expansivo reloj biológico de una mujer insaciable. Más de una hora de acción continua parece un buen rango pero, ¿varias, diario?
La regulación de la eyaculación, satisfacer plenamente a la pareja y la diferencia entre orgasmo masculino y eyaculación, son entonces principios fundamentales y enteramente desconocidos en nuestra cultura sexual. El Tao va incluso más allá y establece un objetivo trascendente: la salud emocional y física, sin distinción de sexos.
Conocer el funcionamiento del cuerpo y de las emociones humanas y cultivar el placer mediante el erotismo. Pero éste no se basa sólo en caricias mutuas, sino en la manifestación de sentidos: tocar, oír, oler y saborear a la pareja. El Tao te proporciona muchas ideas para preparar “el arte de retozar”.
Aceptar el cuerpo como es para liberarlo. Animarse a mostrar las máximas cualidades, sin complejos, incitando a la pareja. Para el taoísmo es esencial mantener relaciones sexuales constantemente para enriquecerse de forma mutua en todos los aspectos.
Con respiración profunda y relajada anula el mundo exterior. Lo único que importa es el placer de disfrutar de ese momento que será siempre único, sin importar qué tantas veces se repita.
Y la primera fórmula: Retrasar la eyaculación. Cuando se aproxima la eyaculación, ella misma extrae el pene, presiona la punta durante 3 ó 4 segundos y espera otros 10-15 segundos antes de volver a introducirlo. Así de fácil se cultiva el sei oiduc o “sexo perfecto”.
En próximas entregas más técnicas del Tao sexual.
P.D.
Ah, se me olvidaba el buen Wlhelm Reich, que tenía una intuición científica sobre esta energía sexual, que él llamaba orgónica, por los “orgones”, algo así como los fotones del sexo, e incluso diseño y vendió, este discípulo renegado de Freud, expulsado también del Partido Comunista, inventó, decíamos, las máquinas acumuladores de orgones. Terminó en el psiquiátrico después de una conspiración del FBI y es considerado uno de los ideólogos más convencido de la revolución sexual de los años 70. Luego hablaremos más de él.
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