Al entrar al laboratorio Kling-Klang en el verano de 1973 los integrantes de Kraftwerk sabían muy bien lo que querían: hacer algo totalmente diferente en la música contemporánea. El producto de esa suerte de experimentación sonora después de cambiar los viejos trastos con equipos de última generación, daría al álbum Autobahn, publicado en 1975.