Por Z. Kevorkian y Klaus Cam
Al cruzar por la tarde lluviosa esas calles antiguas de la tradicional colonia Roma, llegamos a la galería de arte Vórtice, en cuyos altos se aloja el estudio de producción de Aletz Franco, donde concurre una heterogénea variedad de artistas, a ensayar, grabar, crear, departir.
Esa tarde en compañía de Klaus Cam, nos dirigimos para encontrarnos con Pascal Languirand, para una charla casual, a semanas de que se mude a Mérida, Yucatán, donde tiene ya un sello disquero, desde donde planea lanzar sus próximas aventuras sonoras electrónicas.
Pascal es un tipo amable y simpático, dispuesto a compartir con nosotros esa trayectoria que lo llevó a ser uno de los exponentes pioneros del Hi-NRG. “Empecé haciendo música electrónica con sintetizadores y guitarras eléctricas, con muchos efectos atmosféricos, ambientales y cósmicas, a la Pink Floyd”, dice desenfadadamente.
Oriundo de Montreal, Quebec, Canadá, trabajaba para la televisión y musicalizaba algunas series. A principios de los años 80, con otros estudiantes de la escuela de la ciudad, formó tres grupos, entre ellos Men Without Hats, de música synthpop, antes de lanzarse al frenesí de la pista de baile. En esos años estaban en boga las discotecas y con la intención de “ligar más chicas”, confiesa en tono socarrón, se decidió por la música de corte dance.
Relata que a principios de los años 80 el precio de los sintetizadores bajaron lo suficiente hasta costar el equivalente a una guitarra eléctrica con amplificador, y proliferaron las bandas de synth, cuando compuso “Living on video”. Sin embargo en ese tiempo aún no existían os programas para crear música en computadoras, así que debía tocarse el sintetizador en vivo, antes de que se emplearan las muestras, samplers y secuencias de ritmos que se organizan en bucles.
“Nosotros teníamos que tocar el sinte de verdad, porque no había de otra manera, excepto por el bajo y la caja de ritmos, que era secuenciado, pero todo lo demás se tenía que tocar en directo. Su gusto por la tecnología y los sonidos sintéticos le llevaron a sentirse cómodo con estos estilos musicales de ritmos energéticos, ya que los sintetizadores permiten experimentar con sonidos diferentes. “La música electrónica me fascina por los sonidos”.
En la época del éxito internacional, “Living on Video”, contaba con la participación del programador y tecladista Steve Wyatt, y la vocalista Laurie Ann Gill, que como sencillo más tarde vendió dos millones de copias, y en su relanzamiento en 1985 alcanzó las listas del top ten británico y europeo.
En esa primera época de synthpop produjeron otros éxitos como “Message on the Radio”, “3D-Dance” y “Message on the Radio”, el cual se produjo como video en Toronto, a cargo de Emil Dittrich y Carol Linnane, todos estos temas que se incluyeron en su primer álbum, Living on Video (1986).
Pascal no tiene preferencia entre los instrumentos analógicos y los digitales, “es el mismo mundo, utilizo plugins, porque es más cómodo, utilizo un Roland Lucina, y uso los sonidos del sintetizador los transmito vía midi a mi computadora para usar los plugins, trato de usar los dos, analógico y digital”. En su experiencia en la música electrónica para bailar, comenta lo curioso que en el mundo no existía el género High-NRG, solo en algunos países como México se le conoce así, pero en general tocaba synth-pop.
Era la época de Soft Cell, The Human League, Depeche Mode, nosotros usábamos los mismos sintes, que podían comprarse en dos mil dólares. Aunque la música que ha hecho desde entonces podría llamarse Hi-NRG, es una música que gusta mucho a los góticos. “tengo un público mucho más amplio que el asiduo al Hi-NRG, como los géneros Italo Disco, y me siento muy cómodo con los góticos, tengo un mercado mucho más amplio que solo High-NRG”.
Una década después: del synthpop al Hi-Energy al Psy-NRG
En 1986 Languirand se toma una pausa de casi una década con Trans-X, en la cual se dedicó a sus proyectos ambientales, para regresar en 1994 con Trans-X, en una intensa temporada de presentaciones en vivo, junto con Nadia Sohaei, volcándose hacia el lado más intenso y glam de la experiencia en la pista de baile, con los géneros Italo disco y Hi-NRG.
Desde entonces ha producido una decena de álbumes, entre los que destacan On my Own (1988), The Drag-Matic Album (2003), L. O. V. (2011). Se involucró en una intensa serie de giras por Sudamérica.
Desde 2008 se instala en México, donde lanza el álbum Hi-NRG en 2012. En esos años la lista de colaboraciones se expande y destacan las participaciones de músicos y productores mexicanos, como Luis Broc, Ramón Serratos y Aletz Franco, y participa en el documental de David Dávila, Discolocos (2016) que documenta la efervescencia latinoamericana del género Hi-NRG.
Sin embargo, su trayectoria de innovación no ha terminado en los sonidos y gustos de aquellos años. Hoy en la actualidad busca incursionar en nuevos territorios sonoros. Está a punto de lanzar un disco con esta tendencia que ha llamado Psy-NRG, que es la fusión de psychedelic trance mezclado con High-NRG, nuevo material que estrenará en septiembre de 2021, con el sello Skypark Records, que fundó en Mérida, Yucatán, con su coproductor, Ramón Serratos, que también reside en la capital yucateca.
La fusión de estos géneros deriva de la inquietud por hacer nuevas cosas, sin estancarse en un solo estilo, el que hacía hace 40 años. El psychedelic trance es un género que gusta mucho a su esposa, Luana, y se allí nació la intención de crear algo nuevo a partir de la fusión de ambos géneros, no fue algo casual, sino un experimento, y resulta que funciona. Del psy trance le gusta mucho el juego del kick drum y el bajo, porque nunca tocan en el mismo tiempo, lo cual sí se aplica en el High-NRG, así que es más limpio el sonido del psycho trance, pero al tratarse de música electrónica, se puede combinar las diferentes maneras de hacer las cosas. El psychedelic trance es además un poco más rápido, así que tuvo que subir un poco el BPM de algunas piezas, pero es un híbrido.
La experiencia mexicana de Pascal
Está en México desde noviembre de 2008, casi 13 años, generalmente en la Ciudad de México, y en adelante residirá en Mérida, Yucatán. Le consta que los mexicanos aman la música para bailar, y viven “enamorados de la música electrónica”. También se da sus escapadas a California y Texas, particularmente Los Angeles y San José.
Nos comparte al final de esta imperdible charla, Pascal nos comparte que está trabajando un proyecto de gran profundidad, que integra música electrónica, trance, con sonidos prehispánicos, Tiene un componente escénico, de danza prehispánica, para lo cual tiene artistas danzantes, y que saldrá al público cuando termine la pandemia, al menos dentro de un año.
Por ahora, con las restricciones en los espacios públicos, mantiene su actividad en vivo. En su actual propuesta de Trans-X en directo, que incorpora temas en directo, que canta con su esposa Luana, con temas originales de y también versiones de temas clásicos de High-NRG, un show que integra en ocasiones baterista y DJ, además de visuales que completan el concepto en directo.
Pascal no está conforme con mantenerse en un género como en su pasada experiencia, sino incursionar en nuevas expresiones, y buscar nuevos mercados, por eso le entusiasma la ruta del psychedelic y High-NRG, en un experimento que habrá de recorrer con nuevos públicos y escenarios, con la seguridad del destape social que vendrá después de la pandemia en espacios al aire libre.
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